Hace (más o menos) 14 años, un colapso financiero desencadenó en un punto de inflexión que evolucionaría sutilmente la industria financiera.
Pero realmente este giro comenzó en 1956, año en que se introdujo el término y se empezó a hablar de algo que sonaba muy geek pero muy potente a la vez: inteligencia artificial.
El timing no era el adecuado: no se contaba con la capacidad de cómputo y con el enfoque acertado para visualizar los resultados como lo hacemos actualmente. Tuvieron que pasar algunos años para que se pudiera dar un enfoque diferente que desafiara la paradoja de Polanyi (googlea esto, merece la pena) y se pudiera tener una capacidad de computo más potente, la cual se duplica cada dos años acorde con la ley de Moore (si tienes tiempo, puedes stalkearlo en google también).
Por esta razón cada vez estamos más familiarizados con él término machine learning. Aunque nosotros como usuarios finales muchas veces no lo vemos, nuestros comportamientos digitales hacen parte de estos algoritmos.
Pero esto esta sonando un poco técnico.
Simplifiquemos. No googlees más.
El machine learning supervisado son algoritmos que toman información histórica para hacer predicciones futuras. Así de simple. Es hacer que las máquinas aprendan con ejemplos.
¿Pero esto qué tiene que ver con el título del artículo?
Como decía al principio, en el año 2008 hubo un colapso financiero y empezaron a nacer instituciones que se salían del formato habitual. Visionariamente, Satoshi Nakamoto (no lo busques en ningún sitio, nadie sabemos quién es hasta la fecha) lanzó un sistema Peer to Peer de dinero digital. Pero no hablemos de criptomonedas.
Quiero mostrarles como empresas han generado disrupción en el sistema financiero a través de las Fintech.
Por ejemplo, Square, empresa estadounidense fundada en 2009.
Funcionaba como un agregador de pagos que permitía a los comerciantes aceptar transacciones con tarjetas sin tener que abrir una cuenta en un banco. Era sencillo, se conectaba un dispositivo a la parte superior del celular y listo. A otra cosa. Hoy más de 64 millones de negocios usan Square.
Esto se logra gracias a la tecnología de hoy en día y a empresarios (o visionarios) que ven mercados desatendidos. Este es el objetivo de algunas Fintech, atacar nichos que no han sido explorados por las grandes instituciones financieras.
Estas Fintech son súper cracks porque tienen procesos automatizados, son más económicas y mucho más eficientes que las instituciones convencionales. Algunas de las grandes, de la envergadura de Scotiabank, han hecho jugadas magistrales con ellas.
Esta es la historia. Había una vez una empresa llamada Kabbage. Un emprendimiento Fintech con 200 empleados que tenía un modelo que permitía prestar dinero a empresas pequeñas de una forma rápida, evaluando el riesgo crediticio utilizando machine learning. Un terreno en el que no había sido posible entrar en Canadá y México. Entonces Scotiabank empezó un coqueteo con el CEO de Kabagge, lo cual termina en una fusión (noviazgo) sin precedentes que le ha permitido al banco poder atender un mercado al que no había podido acceder antes.
Creamos el digital tech team que necesitas
Podemos hablar de muchos más ejemplos como Sofi, Venmo, Paypal o Ant Group entre otros, pero necesitaríamos una página completa y esto es una columna. Hablen con el editor para que me deje escribir otra columna y les diré más ejemplos.
Esto demuestra que los emprendimientos y empresas Fintech al ser más livianas y al utilizar de manera eficiente tecnologías como machine learning pueden captar mercados desatendidos por el sistema financiero tradicional. Esta tecnología hace unos años no estaba al alcance de todos, pero ahora SI. Y los emprendedores y empresarios Fintech lo saben y se están aprovechando de esto. Cracks.
¿Llegan para quedarse? Obvioooo.
El colombiano es un berraco visionario, por eso ya existen Fintech que están en el radar mundial como ADDI, BOLD, MOVIIRED, R5, ZINOBE.
Cada vez veremos formas más sencillas de recibir créditos instantáneos, incluso si no tenemos una historia crediticia. Créditos basados en nuestro potencial en un futuro y no por el pasado que nos ha tocado. Así mismo veremos muchas más plataformas para transferir dinero de las que ya conocemos, tendremos más wallets o billeteras sin tener cuentas bancarias. Lo voy a repetir, SIN tener cuentas bancarias.
Tendremos emprendedores fundadores de Fintech disruptivas que competirán con los bancos de la región y que estarán en la bolsa de Nueva York. Ah cierto, ya David Vélez lo hizo con Nubank.